K-Challenge Lab avanza hacia la descarbonización del transporte marítimo
Mientras la 37ª America's Cup avanza hacia su conclusión en Barcelona, el Orient Express Racing Team mantiene su compromiso de explorar la oportunidad que le brinda el desafío técnico que tuvo que aceptar para participar.
Junto con todos los equipos que participan en la America's Cup 2024, al desafío francés se le exigió disponer de una embarcación con motor de hidrógeno (HSV) de alta velocidad como única asistencia autorizada en la zona de regatas, según las reglas del trofeo deportivo más antiguo del mundo. Una vez superada esa prueba, el Orient Express Racing Team avanza ahora en la creación de una variante comercial y totalmente ecológica de esta embarcación.
Como le gusta decir a Stephan Kandler, fundador de K-Challenge, empresa impulsora del equipo francés, “la competición te hace más inteligente”. Además de la navegación intensiva, la exigencia del HSV ha brindado la oportunidad de innovar de verdad.
“El primer HSV sirvió de laboratorio para desarrollar la versión 2, dedicada al mercado comercial de embarcaciones costeras a motor de menos de 30 metros. El nuevo modelo se presentará en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebrará en Niza en junio de 2025", señala Kandler.
“Nuestro proyecto cuenta con el apoyo de la Secretaría de Estado del Mar francesa, tras la firma de un acuerdo de colaboración en I+D que permitirá generalizar el uso de los elementos tecnológicos del barco de hidrógeno en el marco de la iniciativa France Mer 2030”.
Cada competidor de la America's Cup debía tener al menos un barco con foils, propulsado por pilas de combustible de hidrógeno de 160 kW, capaz de mantener una velocidad de crucero de 30 nudos durante un mínimo de 150 millas náuticas, y de alcanzar una velocidad máxima de 50 nudos durante más de una hora de navegación durante el día.
K-Challenge, a través de su filial K-Challenge Lab, aceptó el reto tecnológico junto con un consorcio europeo para desarrollar un catamarán de hidrógeno de 33 pies (10 metros) capaz de volar sobre hidroalas, que fue concebido y diseñado por el arquitecto francés Philippe Briand, propulsado por dos pilas de combustible REXH2® acopladas a tres baterías de 63 kWh del especialista en hidrógeno EODev, y construido por el astillero italiano Bluegame.
“Unimos fuerzas con un consorcio que trabajó con expertos durante meses para cumplir estas especificaciones tan precisas”, afirma Antoine Carraz, director técnico del Orient Express Racing Team, que construyó el barco de regatas AC75 y supervisó la construcción del barco de hidrógeno.
“Había que tener en cuenta varias limitaciones importantes. En primer lugar, la necesidad de navegar durante largos periodos a gran velocidad, lo que exige unas prestaciones que los barcos propulsados únicamente por baterías no pueden alcanzar, ni siquiera en los catamaranes con foils, debido al peso y el volumen que ocupan las baterías. De ahí la necesidad de una combinación de soluciones, incluido un sistema híbrido que utilice hidrógeno”.
“También sabemos que la forma y la superficie total del casco en contacto con el agua son factores clave en términos de eficiencia energética. De ahí el catamarán. Aunque la resistencia es menor en un barco volador, no debemos olvidar la fase de despegue arquimédica, que consume mucha energía”.
Mientras el Orient Express Racing Team espera noticias de la 38ª America's Cup, la inspiración técnica de la 37ª sigue ejerciendo su hechizo.